Operación anulada en el HUCA


 
Berta Fernández Álvarez. Oviedo Después de días de nervios, angustia, ansiedad y miedo ante una intervención quirúrgica, te presentas en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para ingresar y te comunican que tu operación ha sido anulada porque no hay anestesista. Operación programada y anulada... por no sustituir las bajas. ¿Por qué la dirección del HUCA no tiene previstas las bajas de sus trabajadores? A mí sí que me iban a sustituir en mi trabajo y tuve que decirle que no podía empezar a trabajar por decisión del HUCA.

¿Por qué tampoco tienen en cuenta que los pacientes afectados somos personas de carne y hueso que sentimos y padecemos, con vida, trabajo, hijos, familiares desplazados, etcétera.

Cuando parecía que todo había acabado, llega el día de mi operación anulada y recibo una llamada de admisión, para saber... por qué no había ingresado el día anterior. En planta me estaban buscando.

Para completar una nefasta organización se suma que tampoco puedes reclamar o, al menos, te lo ponen difícil: no hay hojas de reclamaciones, atención al paciente sólo está abierto por la mañana (mi ingreso era por la tarde)... Así que sólo te queda irte a tu casa con tus nervios destrozados, disgusto, sofocón, cabreo, indignación e impotencia, a esperar que te llamen de nuevo. ¿Cuándo? Nadie lo sabe. ¿Por qué se juega con la salud y el trabajo de la gente de esta manera? ¿Qué clase de personas están dirigiendo el HUCA?